ARIAS FERNÁNDEZ, MODESTO
A mediados de los años treinta del siglo pasado, en la provinciana y clerical población de Salamanca, siempre impregnada, pese a ello, de su inalterable pátina de ciudad universitaria, Manuel Sopeña es un recién licenciado en Químicas al que aguarda un brillante futuro profesional en Barcelona. Sin embargo, esas prometedoras expectativas quedan deshechas en la vorágine que se avecina, turbulenta e imprevisible como Manuel, y tantos otros, nunca llegaron a sospechar. Así, sobreviene un fresco de sueños rotos y de lealtades sólidas en apariencia, pero que dicho tiempo de incertidumbre y miedo hace que se resquebrajen. Igualmente, de envidia, celos, heroísmo, delaciones, equívocos y engaños que, una vez descubiertos, provocan asombro. Todo ello en medio de la pasión que Manuel siente por la madura y sugerente Aurora Velarde y de la infinita atracción amorosa que le provoca la siempre compleja e inalcanzable Victoria Morales. Finalizado el conflicto, en la depauperada y opresiva España de la época, Manuel asume definitivamente el futuro que prevé como profesor de instituto. Es destinado a Zamora, donde entabla