Cuando nos encontremos esperando juntos en la puerta más grande,
no habrá entre nosotros desacuerdos:
Tú, llamarás a tus torpes ayudantes para que te asistan y por pedir en forma inadecuada, perecerás.
Yo, buscaré a los guardianes del infierno y les pediré que lleven tu cuerpo lejos, muy lejos.