A casa de Lucía y Tomás va a vivir un nuevo vecino: el señor Lucarda. Alto, delgado, de unos cuarenta años, siempre viste de negro y nunca habla con nadie. Sus ojos oscuros y penetrantes parecen escrutar los pensamientos de la gente.
Lucia y Tomás, dos niños de diez años, jamás habían tenido tanto miedo como cuando vieron al señor Lucarda. Este es un hombre alto, delgado, siempre vestido de negro y con una mirada que parece atravesar el alma... ¿Qué secretos esconderá tras esa extraña apariencia? Una novela en la que se entremezclan la amistad, el trabajo en equipo y el misterio.