No existe tierra mejor en el mundo para las grandes aventuras que los paisajes temblorosos y desnudos de la Mancha. Eso afirma una Dulcinea, ya mayor, que guiada por Gustavo Martín Garzo, nos introduce en las historias del caballero, que anduvo enamorado de ella, y que buscó el amor como ideal supremo, a pesar de las derrotas aparentes que le quisieron infringir encantadores y hechiceros