El tema de las palabras no dichas es añejo en literatura, sobre todo en el ámbito de la poesía lírica, donde este tipo de reflexiones acerca de las incomunicabilidad entre lo seres humanos tiene más fácil acomodo. El día en que callamos las palabras, de Antonia Cortés, se apunta a esa trayectoria temática en la que el silencio desempeña el papel de villano, desarrollando el asunto en un puñado de poemas llenos de emoción y de autenticidad a partes iguales. Enriquecen el libro unos originales dibujos de Eduardo Barco, quien ha convertido los sentimientos de Antonia en figuras que invitan a imaginarlos, hablándonos del miedo, del amor y del caos.