MÁRQUEZ CAÑIZARES, IGNACIO
Con una obra de tal magnitud es difícil hacer una catalogación que el propio autor detalla cuando se le inquiere por la proximidad de sus libros al género fantástico: «No me parece que esta historia, finalmente presentada en tres volúmenes a través de casi 1.600 páginas, se ajuste exactamente al perfil de literatura fantástica. Alberga diferentes líneas argumentales, variados momentos históricos, distintos estilos narrativos (
) Aunque seguramente sea cierto que son preponderantes en ella las características de la novela fantástica. En la fantasía uno siente la libertad de crear e imaginar más allá de lo racional, de lo tangible, de la lógica y la ciencia, el mundo se vuelve menos inmutable, más dócil al cambio y al progreso», asegura.
Su visión sobre la fantasía literaria es igualmente positiva. «La imaginación, cuando está dotada de libertad sin límites, se convierte en un matraz en que uno puede mezclar hechos y personajes para construir una historia apasionante».
En cuanto a las posibles subcategorías en las que puede incluirse esta serie novelada, Márquez Cañizares señala que en su recorrido hay «pasajes épicos, en las batallas de Castillón (Guerra de los Cien Años) y de Belgrado en el año 1456, escenas líricas en historias de amor y algún poema, líneas de corte místico, aproximaciones a la literatura científica y la ciencia ficción e incluso un acercamiento a la novela de terror. Pero sobre todo la magia impregna grandes extensiones de estas novelas». Aun así, define el relato como «el conflicto entre el creador y su creación» con el amor y la inmortalidad como hilos conductores.