VICENTE J. MARTINEZ ONSURBE
En La chica de la linterna, cada personaje influye en la vida de los otros creando una metáfora de lo que ocurre realmente en el mundo y en la física cuántica. El observador, señalaba, al mirar las partículas subatómicas, cambia su posición y así puede averiguar, al mismo tiempo, qué velocidad llevan y en qué posición están. El observador cambia la vida del observado. Eso ocurre en la novela, hay 25 o 30 personajes, unos no se conocen y otros sí, pero todos influyen en la vida de todos. El hilo conductor son los dos protagonistas, un estudiante de Filosofía y una chica que está en la cárcel. Todo empieza cuando se comunican, por medio de la linterna, desde la ventana de la cárcel y desde la de la pensión del estudiante. A partir de ahí surge todo, como una catarata de personajes y de vidas, que al final acaba como una novela.