AA.VV
El título, La máquina Magritte, señala el carácter, no sistemático, pero sí metódico de la obra del pintor belga. Las numerosas réplicas y variantes en la obra de Magritte no fueron solo un recurso comercial, sino, como él decía, un modo de "precisar mejor el misterio, de poseerlo mejor". El propio artista reconocía que su procedimiento central consistía en generar variaciones y combinaciones a partir de un número reducido de motivos.