Para resolver quién le está enviando unas cartas anónimas, Nino Puzle solo tiene que seguir los consejos del libro de detectives que le regalaron sus hermanos. Aunque esta vez es más complicado, porque la víctima es él mismo, que recibe unos estúpidos mensajes de amor y todos los compañeros de clase se han enterado. Pero el mote de Puzle se lo ha ganado Nino por algo, y al final consigue, una vez más, que todas las piezas de este enredo encajen.
Para resolver quién le está enviando unas cartas anónimas, Nino Puzle solo tiene que seguir los consejos del libro de detectives que le regalaron sus hermanos. Aunque esta vez es más complicado, porque la víctima es él mismo, que recibe unos estúpidos mensajes de amor y todos los compañeros de clase se han enterado. Pero el mote de Puzle se lo ha ganado Nino por algo, y al final consigue, una vez más, que todas las piezas de este enredo encajen.