APONTE CLAUDIA
En la ciudad de Prasinoupoli hubo un tiempo de bonanza en el cual los ratones y los humanos, al igual que otros animales, vivían en armonía... Roedores y humanos colaboraban en actividades manuales, hablaban el mismo idioma, vivían y comían juntos en lugares limpios y calentitos hasta la Gran Deforestación. Desde aquel momento los dos se separaron y los ratones se refugiaron en cloacas sucias y frías. Uno de ellos, Sócrates, de vez en cuando, se asomaba por el sumidero que daba a la calle y veía la luz de la ciudad que poco a poco se hacía tenue por el rápido desarrollo urbano y la contaminación imperante. Un día, entró en el negocio del sastre Vasilis y allí se quedó, haciéndolo su hogar. Sin embargo, muy pronto, la sastrería cayó víctima de un polvo blanco y espeso y su dueño decidió cerrar sus puertas desapareciendo sin dejar rastro. Algunos años después dos gemelas, Nefeli y Klió, afectadas por la historia de Sócrates, deciden investigar el misterio de Vasilis. Los tres, mientras tratan de poner algo de luz en el caso, encontrarán por el camino los más diversos y curiosos personajes. Se lanzarán en una