INTRODUCCIÓN
1. Periodo victoriano
2. Panorama literario y cultural de la época victoriana
3. Vida y obra de Lewis Carroll
4. Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas
BIBLIOGRAFÍA
AVENTURAS DE ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Capítulo I. Por la madriguera del Conejo
Capítulo II. El charco de las lágrimas.
Capítulo III. Una carrera de comité y un cuento con cola.
Capítulo IV. El Conejo manda a un tal Pequeño Hill.
Capítulo V. Un consejo de una Oruga.
Capítulo VI. Cerdo y pimienta.
Capítulo VII. Una merienda de locos.
Capítulo VIII. El campo de cróquet de la Reina.
Capítulo IX. Historia de la Falsa Tortuga.
Capítulo X. La contradanza de los Bogavantes.
Capítulo XI. ¿Quién robó las tartas?
Capítulo XII. El testimonio de Alicia.
PROPUESTA DIDÁCTICA
ACTIVIDADES
1. Actividades de comprensión
2. Actividades de recapitulación
3. Otras actividades
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
COMENTARIOS DE TEXTO
El CD aglutina los contenidos de la asignatura, tal como se recogen en el curriculo oficial. Asimismo, incluye un elevado número de propuestas de presentaciones, actividades, proyectables y fotocopiables en forma de documentación gráfica, textos y preguntas, que ayudarán al alumno a fijar y profundizar los contenidos de los distintos temas, con una descripción detallada para el profesor del uso de este material en cada uno de estos
La fantasía desbordante de las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas hacen de él un libro muy personal. Lewis Carroll, «en un desesperado intento de crear una nueva forma de género feérico», según sus propias palabras, se alejó del modelo victoriano y construyó un relato donde la fantasía es llevada al límite y actúa de manera liberadora: al contrario de lo que ocurría en los cuentos de hadas tradicionales, la imaginación desenfrenada es un sutil vehículo para parodiar diversos aspectos de la realidad social y no está al servicio de un propósito moralizador.
El cuento de Carroll no es sino un sueño de su protagonista: el ritmo trepidante en el paso de unos episodios a otros -que parecen surgir de manera incontrolada, cediendo la forma de la narración al irrefrenable impulso creativo-, los constantes encuentros con nuevos personajes, que aparecen y desaparecen con la misma facilidad, y la plasmación vivísima de las emociones y sentimientos de Alicia en las diversas situaciones recrean en la mente del lector un universo onírico. Precisamente, es la forma de mirar y sentir de la pequeña, que muy bien comprende Charles Dogson, siempre fascinado por el mundo de la infancia, lo que magistralmente, sin paternalismo, nos es revelado en la aventura de Alicia en el País de las Maravillas.