CASO, ANGELES
Ellas mismas. Autorretratos de pintoras´, es el fruto de años de investigaciones de Ángeles Caso como historiadora del arte especializada en género. Reúne alrededor de 100 obras de unas 75 artistas extraordinarias repartidas por museos de todo el mundo, aunque a veces aún estén escondidas u ocultas.. Un arte hecho por mujeres. Siempre nos han contado que el arte ha sido cosa exclusivamente de hombres.. Los libros, los museos y las exposiciones nos narran una historia en la que solo los varones parecen haber pintado o esculpido, al menos hasta el siglo XX, cuando algunas mujeres atrevidas se acercaron a los movimientos de vanguardia, convirtiéndose en compañeras -siempre de menor importancia- de los grandes artistas.. Sin embargo, ya podemos afirmar con rotundidad que eso no es verdad.. La investigación de género de las últimas décadas ha ido poniendo de relieve cómo muchas mujeres fueron a lo largo de los siglos ´maestras´ en el arte de la pintura, en condiciones de igualdad respecto de sus colegas masculinos. Son las pintoras olvidadas, profesionales que trabajaron en primera línea, cosecharon éxito y encargos importantes y que, a veces, se hicieron ricas gracias a su talento, pero que han sido borradas de la historiografía tradicional, absolutamente androcéntrica.. Muchas han sufrido incluso el ´saqueo´ de sus propias obras, asignadas durante siglos a varones: un gran número de museos del mundo -incluidos los grandes como el Prado, el Louvre o el Metropolitan de Nueva York- han tenido que revisar en los últimos años algunas de sus atribuciones y comenzar a devolverles sus lienzos a las pintoras desaparecidas, en un trabajo que probablemente no ha hecho más que empezar.. El autorretrato ha sido un género muy a menudo practicado por los pintores. Y, especialmente, por las pintoras, aunque nadie hable de ello. Tal vez plasmaron sus propias imágenes para dejar constancia de su talento y su personalidad, y también como una manera de reflejar la autoconsciencia de la propia imagen, tan característica del género femenino.. ´Ellas mismas. Autorretratos de pintoras´. Desde la prehistoria hasta las vanguardias´ reúne alrededor de 100 obras de unas 75 artistas de primera fila, pintoras y fotógrafas pioneras.. Comienza con las manos que las pintoras prehistóricas dejaron plasmadas en las paredes de las cuevas, para terminar con las modernas surrealistas. Esas obras están repartidas por museos de todo el mundo, desde Madrid hasta Nueva Zelanda, aunque muchas de ellas aún estén escondidas en los rincones menos visibles o en los depósitos ocultos: cuesta mucho cambiar un canon que ha funcionado durante siglos.. Muchos conservadores y directores de pinacotecas todavía siguen queriendo pensar que, aunque esas artistas hayan existido y fuesen famosas en su momento, su obra es de menor calidad que la de sus compañeros, y se resisten a darles el espacio museístico que se merecen. Aunque, poco a poco, también eso está cambiando.. El trabajo de este libro es el resultado de muchos años de investigaciones como historiadora del arte especializada en género. Es una manera de comenzar a dar a conocer al gran público a todas esas artistas extraordinarias. Estoy segura de que os sorprenderá por la asombrosa calidad de las pintoras olvidadas, y también creo que contribuirá a la creación de la genealogía de las mujeres como protagonistas del hecho cultural en la que llevo mucho tiempo empeñada, junto con otras muchas historiadoras e historiadores.
"Ellas mismas. Autorretratos de pintoras´, es el fruto de años de investigaciones de Ángeles Caso como historiadora del arte especializada en género. Reúne alrededor de 100 obras de unas 75 artistas extraordinarias repartidas por museos de todo el mundo, aunque a veces aún estén escondidas u ocultas.. Un arte hecho por mujeres. Siempre nos han contado que el arte ha sido cosa exclusivamente de hombres.. Los libros, los museos y las exposiciones nos narran una historia en la que solo los varones parecen haber pintado o esculpido, al menos hasta el siglo XX, cuando algunas mujeres atrevidas se acercaron a los movimientos de vanguardia, convirtiéndose en compañeras -siempre de menor importancia- de los grandes artistas.. Sin embargo, ya podemos afirmar con rotundidad que eso no es verdad.. La investigación de género de las últimas décadas ha ido poniendo de relieve cómo muchas mujeres fueron a lo largo de los siglos ´maestras´ en el arte de la pintura, en condiciones de igualdad respecto de sus colegas masculinos. Son las pintoras olvidadas, profesionales que trabajaron en primera línea, cosecharon éxito y encargos importantes y que, a veces, se hicieron ricas gracias a su talento, pero que han sido borradas de la historiografía tradicional, absolutamente androcéntrica.. Muchas han sufrido incluso el ´saqueo´ de sus propias obras, asignadas durante siglos a varones: un gran número de museos del mundo -incluidos los grandes como el Prado, el Louvre o el Metropolitan de Nueva York- han tenido que revisar en los últimos años algunas de sus atribuciones y comenzar a devolverles sus lienzos a las pintoras desaparecidas, en un trabajo que probablemente no ha hecho más que empezar.. El autorretrato ha sido un género muy a menudo practicado por los pintores. Y, especialmente, por las pintoras, aunque nadie hable de ello. Tal vez plasmaron sus propias imágenes para dejar constancia de su talento y su personalidad, y también como una manera de reflejar la autoconsciencia de la propia imagen, tan característica del género femenino.. ´Ellas mismas. Autorretratos de pintoras´. Desde la prehistoria hasta las vanguardias´ reúne alrededor de 100 obras de unas 75 artistas de primera fila, pintoras y fotógrafas pioneras.. Comienza con las manos que las pintoras prehistóricas dejaron plasmadas en las paredes de las cuevas, para terminar con las modernas surrealistas. Esas obras están repartidas por museos de todo el mundo, desde Madrid hasta Nueva Zelanda, aunque muchas de ellas aún estén escondidas en los rincones menos visibles o en los depósitos ocultos: cuesta mucho cambiar un canon que ha funcionado durante siglos.. Muchos conservadores y directores de pinacotecas todavía siguen queriendo pensar que, aunque esas artistas hayan existido y fuesen famosas en su momento, su obra es de menor calidad que la de sus compañeros, y se resisten a darles el espacio museístico que se merecen. Aunque, poco a poco, también eso está cambiando.. El trabajo de este libro es el resultado de muchos años de investigaciones como historiadora del arte especializada en género. Es una manera de comenzar a dar a conocer al gran público a todas esas artistas extraordinarias. Estoy segura de que os sorprenderá por la asombrosa calidad de las pintoras olvidadas, y también creo que contribuirá a la creación de la genealogía de las mujeres como protagonistas del hecho cultural en la que llevo mucho tiempo empeñada, junto con otras muchas historiadoras e historiadores.