AURORA REY ARAGÓ
... carcajadas de la barra de un bar. Se esconden en los silencios de una abuela que cose, de una alcoba insomne y de un testigo cómplice. En la voz de una maestra y en la mirada de un hortelano. Retumban en los gritos de un chiquillo y las lágrimas de una ofensa. Se disfrazan por las esquinas o se visten de gala en un beso enamorado.
Algunas historias son por todos conocidas. Unas simples y blancas, de triunfo y grandeza. Otras oscuras y anónimas, de gente que sufre y casi siempre pierde. Las hay que es preferible callar. Las hay en blanco y negro. Algunas, quizá las más hermosas, llevan siempre un olor, un color que las hace únicas. Son esas que se nos cosen al alma y -¿quién sabe?- algún día alguien se atreve a contar. Es el caso de La niña que soñaba en azul.