Jugué con su fuego y me quemó para siempre Para mí, Malcolm era un encargo más. Debía desvelar su verdadera identidad, sus secretos más oscuros, pero el corazón se impuso a la razón y, pronto, caí en el pecado. Malcolm es como una droga para mí,
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Vista previa: PECADO 2. POR CADA PECADO HAY UN PECADOR
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