>Desde hace varias décadas, distintos autores vienen señalando los principales rasgos de los cambios en la condición de la cultura contemporánea. Esta nueva condición parece afectar radicalmente los más diversos ámbitos de la vida social y privada: las creencias, las pautas de conducta, las relaciones de poder. La educación, y una de sus instituciones paradigmáticas de la modernidad, la escuela, parece no estar eximidas de dicha transformación. O, como dice Goran Therbon, "Ha ocurrido a nivel mundial un cambio histórico en las relaciones institucionales entre el mercado y el Estado y entre las empresas y los mercados. Este cambio no ha sido fruto del proyecto neoliberal, no se reduce a un mero producto político de estos regímenes, ni tampoco es el efecto de una determinada ideología económica. Se trata de un cambio que tiene por detrás la fuerza de una configuración mucho más compleja". Este libro pretende comprender esa complejidad. Es que la crisis actual llegó a todos los ámbitos de la vida de los individuos y por lo tanto, también a las escuelas. Las instituciones educativas se ven en la necesidad de cambiar sus prácticas de enseñanza para poder cumplir con objetivos que no son solamente los la sociedad les demanda: son objetivos vinculados a la necesidad de repensar el país, repensar el mundo, en fin, repensarnos a nosotros mismos.
